“Un gobierno [nacional] sin timón fue amortiguado por un gobierno departamental de Montevideo” durante la pandemia, dijo el presidente del FA.
El Secretariado Ejecutivo del Frente Amplio (FA) recibió este jueves a la vicepresidenta de la República Carolina Cosse y al intendente de Montevideo, Mario Bergara, en un encuentro que analizó y los “intentos de la oposición de instalar relatos” sobre la gestión del gobierno departamental capitalino. Tras el encuentro, el presidente de la fuerza política, Fernando Pereira, indicó en rueda de prensa que es “falso” el relato del “mal desempeño” de la administración de Cosse.
Pereira recordó que la Intendencia de Montevideo (IM) encabezó “tareas esenciales” durante la pandemia por covid-19 para garantizar “derechos básicos” y acusó al gobierno nacional de Luis Lacalle Pou de “deserción”: “Las ollas populares tuvieron que ser cubiertas por gestiones de la Intendencia de Montevideo, como asimismo tuvimos que fortalecer las policlínicas”, ejemplificó.
Para el titular del FA, “un gobierno sin timón fue amortiguado por un gobierno departamental de Montevideo, que atendió las principales demandas de la sociedad”. Este conjunto de medidas requirió un aumento del gasto que explica parte del déficit actual de la IM, que “se va a resolver” en el corto plazo.
Por otra parte, Pereira acusó a la oposición de perseguir a Cosse durante su administración al frente del gobierno departamental: “Le votaron en contra el préstamo del BID de 120 millones de dólares en la Junta y, al mismo tiempo, la querían destituir en el Senado”.
El dirigente del FA expresó que la oposición generó un “relato totalmente falso de que la Intendencia estaba mal gestionada” y la reunión de este jueves buscó desmentir esta idea, porque “una mentira dicha mil veces se transforma en verdad”.
Pereira también señaló falta de autocrítica en el Partido Nacional porque varias intendencias dirigidas por jerarcas blancos tienen un endeudamiento más grave que el gobierno de Montevideo, con casos en los cuales “no tienen cómo pagar los sueldos”. “También hay que sentir, a veces, un poco de vergüenza”, concluyó.
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