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Informe

El recorrido del Proyecto Neptuno desde su gestación hasta su final

Campamento de militantes en contra del proyecto Neptuno frente a Torre Ejecutiva en la Plaza Independencia en Montevideo. Foto: Mauricio Zina / adhocFOTOS

Cómo surgió, dónde nació la iniciativa y quienes fueron sus principales impulsores y qué se definió el viernes pasado tras la anulación del proyecto.

El periodista Diego Martini reconstruyó los antecedentes del Proyecto Neptuno para su columna Desde Adentro, por Nada que perder. Al inicio del informe recordó que Arazatí fue identificado como una zona para la extracción de agua bruta en un estudio elaborado en la década de 1970.

Relató que el gerente general de OSE durante la anterior administración, Arturo Castagnino, es hijo del director de ese estudio. Según identificó Martini, el exgerente era quien ofrecía las entrevistas sobre el Proyecto Neptuno debido a “cierta obsesión” con esta iniciativa.

Por otro lado, Martini mencionó un artículo para el semanario Brecha de Enzo Adinolfi, actualmente periodista de M24, que indica la relación laboral entre 1988 y 1992 entre Castagnino y Alejandro Ruibal (director de Saceem, una de las empresas que integra el Consorcio Aguas de Montevideo), como asistente de ingeniero.

2021: el gobierno de Lacalle Pou adopta una iniciativa privada

El proyecto Neptuno fue presentado al gobierno de Luis Lacalle Pou en 2021, señala el informe de Martini. El 15 de noviembre de 2022, el expresidente, acompañado por el entonces ministro de Ambiente, Adrián Peña, anuncia el respaldo a la iniciativa. Fue presentado por el entonces mandatario como “la inversión más grande de los últimos 150 años” en materia de agua y saneamiento.

Se presentó a la licitación el Consorcio Aguas de Montevideo, compuesto por Saceem, Berkes, Ciemsa y Fast, y el Consorcio Grupo Arazatí, integrado por Teyma y Compañía Electrónica Industrial. El 23 de agosto de 2023 fue adjudicado el proyecto a la primera firma empresarial, que contó con “ventaja” por ser el autor de la propuesta al gobierno.

Acerca de la legalidad de la iniciativa, Lacalle Pou afirmó en la conferencia que el Proyecto Neptuno respeta el literal tres del artículo 47 de la Constitución. Añadió que los sindicatos son actores sociales pero no “de gobierno”. “Celebremos que se toma una decisión, que se busca la mejor forma de financiarlo y que en poco tiempo, no se si cuando estemos nosotros en el gobierno o en el próximo, se va a inaugurar y vamos a tener capacidad ilimitada de agua potable”, aseveró.

2023: rechazo de las organizaciones civiles y la academia

La opinión de la academia y de las organizaciones sociales no fue tomada en cuenta durante el proceso, indica el informe de Martini. El técnico ambientalista Eduardo Gudynas recordó que “la audiencia pública fue una gran confusión”, con contradicciones entre los participantes, abucheos y silbidos.

El acuerdo entre el gobierno y Consorcio Aguas de Montevideo se firmó en la última semana de enero de 2025, a poco más de un mes del cambio de mando. Las autoridades entrantes marcaron su oposición a esta iniciativa, pero el gobierno avanzó con su iniciativa.

“Nosotros gobernamos hasta el 28 de febrero”, aseguró Lacalle Pou en defensa del Proyecto. “La decisión está tomada”, dijo a finales de 2024. Pero el nuevo gobierno marcó su distancia con relación a Neptuno, por lo cual Lacalle Pou sostuvo que “con el gobierno que viene vamos a tratar de ponernos de acuerdo”.

2025: el gobierno de Orsi renegocia el acuerdo

En abril, el gobierno de Yamandú Orsi negoció la suspensión del contrato por 90 días. El viernes 19, el secretario de la Presidencia, Alejandro Sánchez, acompañado del actual ministro de Ambiente, Edgardo Ortuño; el presidente de OSE, Pablo Ferrari, y el representante de Aguas de Montevideo, Alejandro Ruibal, confirmaron la construcción de una nueva planta en Aguas Corrientes, así como una planta más pequeña en Solís Chico. El Proyecto Neptuno fue cesado.

Lacalle Pou publicó en su cuenta de X que la decisión fue “política y técnicamente desacertada dado que no diversifica la fuente de agua”; “esperemos no tener que vivir una sequía como la de hace un par de años, motivos ajenos al proyecto nos hacen perder el tiempo y equivocar el rumbo. Como siempre las malas decisiones las pagan los uruguayos, la responsabilidad es del presidente Orsi y su equipo”.