"El pueblo nos ha abrazado y sostiene la causa mucho más allá de nosotros familiares, entiende que es una causa que trasciende lo político partidario y que tiene que ver con la construcción de un país mucho más democrático y justo para todos", afirmó Laura Boiani.
Este martes 20 de mayo se llevará a cabo la 30ª de la Marcha del Silencio, convocada por la asociación Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos, bajo la consigna “30 veces Nunca Más: Sepan cumplir. ¿Dónde están?”.
En este marco, Nada que perder recibió a Gabriela Schroeder Barredo, hija de Rosario del Carmen Barredo Longo, militante uruguaya secuestrada, torturada y asesinada junto a su compañero William Whitelaw Blanco y los legisladores Héctor Gutiérrez Ruiz y Zelmar Michelini en Buenos Aires, en 1976, y también a Laura Boiani, integrante de la asociación Madres y Familiares, nieta de Otermín Montes de Oca, desaparecido en 1975.
"Mi lucha de los últimos años ha sido visibilizar que los hijos no solamente fuimos víctimas colaterales por lo que les pasó a nuestros padres, sino que lamentablemente muchos de nosotros fuimos víctimas absolutamente directas", explicó Schroeder, que tenía 4 años cuando fue secuestrada junto a sus padres y hermanos en Buenos Aires.
Boiani habló del significado que tiene esta fecha para ella y la sociedad en general. "El 20 de mayo sintetiza un esfuerzo enorme en torno a la causa de memoria, verdad y justicia", expresó. A su juicio, la participación ciudadana cada vez mayor en la marcha tanto en la capital, en el interior del país como en el exterior, muestra que el pueblo "ha cambiado muchísimo" frente a esta demanda por verdad y justicia.
"El pueblo nos ha abrazado y sostiene la causa mucho más allá de nosotros familiares, entiende que es una causa que trasciende lo político partidario y que tiene que ver con la construcción de un país mucho más democrático y justo para todos", afirmó.
"Los 20 de mayo siempre son removedores", dijo Schroeder, e hizo hincapié en la necesidad de encontrar la verdad sobre el paradero de los detenidos desaparecidos, como ocurrió en el caso de sus padres: "Los seres humanos necesitamos certezas", enfatizó. "El dolor de la ausencia es la misma", remarcó, "pero si a eso le sumás la incertidumbre, hay una cuota mayor de angustia".
"Cada proceso es muy particular, cada persona, cada familia, lo atraviesa una manera diferente. En mi caso hay una herida abierta de algo que está siempre presente", dijo Boiani. "La desaparición es una herida abierta y es un duelo que no se puede cerrar", acotó.
Boiani se mostró convencida de que "hay gente que sabe lo que hicieron" y que la información "la tienen registrada", pero en lugar de revelarla "sigue perpetuando el crimen como una cuestión casi maquiavélica después de 40 años la democracia". "¿Por qué no nos dicen dónde están?", preguntó.
Además, la entrevistada reconoció los gestos que ha tenido el nuevo gobierno del Frente Amplio mostrando su compromiso con esta causa, pero pidió ir más allá: "Los gestos simbólicos tienen que materializarse en acciones concretas". En ese sentido, recordó que desde la asociación Madres y Familiares piden que se dé la orden para que las Fuerzas Armadas entreguen información.
"Hace falta es una política integral de memoria, verdad y justicia, creo que ese es un debe muy grande que tiene nuestro país", aseguró. "Tenemos que construir una política de memoria que sirva para fundar las bases del 'Nunca más'", concluyó Boiani.