Eduardo Antonini dijo que aprovechar la necesidad de trabajo para ofrecer puestos a cambio de militancia “es una de las formas más viles de extorsión”.
El senador Eduardo Antonini es uno de los tres candidatos del Frente Amplio a la Intendencia de Maldonado. Además de él, están en campaña Óscar de los Santos y Susana Hernández. Entrevistado en Nada que perder, Antonini valoró el hecho de que su partido haya presentado un solo programa y aseguró que en el caso de que cualquiera de los candidatos gane, habrá un gobierno “de unidad”.
Según el frenteamplista, el modelo de gobernanza del Partido Nacional (PN) “se agotó en sí mismo”. En concreto, Antonini apuntó al clientelismo de la administración de Enrique Antía y consideró que aprovechar la necesidad de trabajo para ofrecer puestos a cambio de militancia “es una de las formas más viles de extorsión”.
El candidato afirmó que sus consideraciones no son suposiciones. “Los ingresos a dedo son legales porque la Junta Departamental de Maldonado ha votado que el 30% de los ingresos sean por designación directa del intendente”, argumentó.
Consultado sobre la situación presupuestal de la comuna, Antonini planteó: “Estimamos que nos vamos a enfrentar a un déficit de 300 millones de dólares, además de a deudas a pagar”. De acuerdo con su relato, “la situación económica es complicada”.
Por otro lado, el senador se refirió a las problemáticas vinculadas al cuidado de entornos naturales que han puesto al gobierno municipal en el centro de varios debates. Al respecto, dijo que existen “atropellos al ambiente”, cuyos casos más conocidos son los proyectos que buscaban construir una pista de picadas en la zona del humedal del Arroyo Maldonado y un complejo habitacional en Punta Ballena. Aunque ambos fueron descartados gracias a la militancia de vecinos y organizaciones sociales, Antonini señaló que todavía se está trabajando sobre el humedal.
En lo que refiere a su campaña, el frenteamplista aseguró que cuenta con el apoyo de integrantes de otros partidos e incluso de dirigentes, que prefieren respaldarlo desde el anonimato. “La gente acá tiene miedo de hacer público su nombre por temor a las represalias”, contó, y añadió: “Esas cosas pasan en Maldonado”.
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