“Lacalle Pou entregó unas cuentas fiscales en un estado peor del que las recibió”, dijo economista

Respecto a la distribución de recursos, Fernando Isabella reconoció las tensiones con sectores como la educación y recordó que entre 2005 y 2019 el presupuesto educativo “se duplicó”.
El economista Fernando Isabella analizó en Info24 los principales ejes del proyecto de presupuesto que se entregó al Parlamento a finales de agosto. Explicó que se trata de “la principal ley de cualquier gobierno”, ya que define la programación financiera de todo el período quinquenal. Según indicó, el proyecto presentado se apoya en tres ejes: mejorar la situación fiscal, hacerlo sin recortes y aumentar ingresos.
Al referirse al punto de partida, señaló que la administración actual recibió una herencia fiscal deteriorada. “El gobierno de Lacalle Pou entrega unas cuentas fiscales en un estado peor del que las recibió”, afirmó, a la vez que recordó que el déficit ronda el 4 % del PBI. Esto obliga a financiarse con deuda, que ya genera un costo elevado: “Uruguay paga todos los años más de 2000 millones de dólares solamente de intereses de deuda”.
Isabella subrayó que la sostenibilidad de la deuda depende de que no crezca más rápido que la economía. Para ello, el Presupuesto prevé una reducción gradual del déficit hasta 2,6 % del PBI en 2029. De lo contrario, advirtió, “si la deuda se va de las manos en algún momento, pasa lo que pasa en Argentina”, con crisis macroeconómicas que fuerzan ajustes drásticos.
En cuanto al manejo del endeudamiento, explicó que el Estado uruguayo tiene buena reputación internacional y accede a los mercados sin recurrir a organismos o bancos. Las letras del Tesoro son parte de esa gestión, ya que “los gobiernos todo el tiempo están emitiendo, porque no hay que olvidar que la gestión de la deuda implica que no es que el gobierno pidió una vez prestado”.
Consultado sobre el Fondo Monetario Internacional (FMI), recordó que Uruguay no mantiene deuda con el organismo desde 2006 y por lo tanto sus informes tienen carácter de recomendación. “El Fondo Monetario como organismo internacional se cuida mucho en las palabras que utiliza, pero esta idea de que es necesario tener precaución en el manejo de las cuentas públicas es algo que también lo observa el FMI”, comentó.
Respecto a la distribución de recursos, Isabella reconoció las tensiones con sectores como la educación. “Los planteos, sobre todo de los sindicatos de la educación, yo creo que son muy razonables”, señaló, y recordó que entre 2005 y 2019 el presupuesto educativo “se duplicó”. En contraste, ahora los incrementos son modestos y podrían caer en términos relativos frente al crecimiento económico.
Además, Isabella abordó el tema impositivo. Aunque el gobierno evitó aplicar el impuesto al 1 % más rico propuesto por el PIT-CNT, sí incluyó ajustes que amplían la recaudación. “El Presupuesto habla de ajustes tributarios y claramente se establecen algunas fuentes nuevas de ingreso”, explicó. Entre ellas mencionó el impuesto mínimo global a multinacionales, la extensión del IRPF a rentas de capital en el exterior y el llamado “impuesto TEMU” a compras por plataformas digitales.
En todos los casos, aclaró que se apunta a sectores con mayor capacidad contributiva: “Puede ser que haya más impuestos, pero que no gravan a las grandes mayorías, no gravan a los trabajadores, a los de siempre”.