Los trabajadores denuncian jornadas de hasta 16 horas sin descanso y reclaman más tripulantes para garantizar pausas y mejores condiciones a bordo.
La industria pesquera atraviesa un conflicto que ya lleva más de 45 días, con barcos detenidos y una negociación que no avanza. En el centro del reclamo está la exigencia de los marineros de contar con un descanso adecuado y evitar tareas adicionales que, según señalan, afectan su seguridad y salud.
Uno de los marinos explicó para la columna Desde adentro del periodista Diego Martini, para Nada que perder, que en invierno, cuando hay más pescado, los barcos que suelen estar planeados para siete u ocho días de faena completan su carga mucho antes. “A las cinco o seis horas ya estamos calando”, contó, y señaló que a veces logran juntar “700 u 800 cajas, que es un tercio de la carga” en un solo lance, lo que obliga a seguir trabajando sin descanso para aprovechar la abundancia.
El trabajador añadió que no solo se pasan “siete u ocho horas en la cubierta”, sino que muchas veces llega más pescado y se extienden las jornadas hasta 15 o 16 horas seguidas. En esas condiciones, con mal tiempo, mojados y sin comer bien, el objetivo es “ganarle al pescado”, es decir, que no haya más para pescar, y poder descansar aunque sea un poco.
En este contexto, el presidente del Sindicato Único de Trabajadores del Mar y Afines (SUNTMA), Alexis Pintos, señaló a Nada que perder que lo que se busca es que haya “una garantía de los derechos mínimos básicos para los trabajadores del mar, que serían una jornada limitada, el derecho al descanso”.
En tal sentido, explicó que los trabajadores deben hacer “guardias” para que el capitán del barco —“el patrón”— pueda descansar, lo cual es una tarea que les “ha sido impuesta”. “Se impone desde hace muchos, muchos años, mucho tiempo y decimos bien: se impone, porque si no sabés hacer la guardia, en esos barcos no podés subir”, relató.
Pintos cuestionó también el rol de la parte empresarial y expresó que han puesto “excusas” ante los reclamos que les han hecho. Los trabajadores han planteado que haya más gente en los barcos para que las personas puedan descansar y la respuesta ha sido que “no hay espacio”, lo cual “es mentira, porque esos barcos llevaban más tripulantes” que los que llevan actualmente.
También se les planteó la posibilidad de que sean estudiantes quienes realicen pasantías en los barcos, pero esta propuesta también ha sido rechazada.
Por su parte, desde la Cámara de Industrias Pesqueras, su presidente, Juan Riva-Zucchelli, sostuvo a Nada que perder que “no ha habido avances” y que entienden que “las propuestas que se han planteado no corresponden”. Al respecto, argumentó que hay un convenio vigente que se firmó el año pasado y que no contempla estos reclamos de los trabajadores.
“Este tema que se está planteando respecto a las guardias que deben hacer los marineros no estuvo planteado en ese convenio, una tarea que está especificada tanto en los reglamentos correspondientes como en la ley; en el Código de Comercio está establecido que los marineros tienen que hacer las guardias cuando el patrón descansa”, apuntó Rica-Zucchelli. Además, señaló que “es fundamental” que cuando exista un convenio, este se cumpla. “Y acá no se está cumpliendo”, dijo, a la vez que añadió que están dispuestos a dialogar, pero que para esto se debe retomar el trabajo.
El ministro de Trabajo y Seguridad Social, Juan Castillo, explicó que la negociación con el sector pesquero se encuentra prácticamente en “punto cero”. Según detalló, desde el 21 de junio se presentaron “una docena de propuestas distintas” para ganar tiempo y poder elaborar soluciones que contemplaran a toda la industria, no solo a un grupo reducido de trabajadores. Sin embargo, estas iniciativas fueron “continuamente rechazadas”.
Castillo advirtió que actualmente se enfrentan a un escenario en el que “quien demanda tener un tripulante más a bordo” y quienes consideran que “no hay condiciones para eso” mantienen posiciones irreconciliables. Como consecuencia, no solo se detuvieron los barcos involucrados en el conflicto, sino también otras embarcaciones, plantas pesqueras y actividades vinculadas como la carga, descarga y estiba, lo que genera una situación que les “preocupa”.
La magíster en logística, gestión portuaria, especialista en derecho marítimo y portuario, expresidenta de la Liga Marítima del Uruguay, Silvia Etchebarne, advirtió en Nada que perder sobre el impacto a largo plazo. “Al ministro de Trabajo no le queda otra que decretar la esencialidad [...] porque se empezaron a comprometer las exportaciones, porque se empezó a no poder cumplir”, consideró Etchebarne y añadió: “esto no se trata ni de darle razón a uno ni de darle razón a otro, se trata de no comprometer más la imagen del país”.
Por ahora, el conflicto sigue sin solución, mientras marinos y empresarios mantienen posiciones firmes y la industria pesquera permanece detenida. Este lunes, el sindicato de trabajadores pesqueros será recibido en Presidencia de la República para buscar posibles alternativas de salida a este conflicto.