“Su obsesión era mejorarle la vida a la gente”, manifestó sobre Mujica el ministro de Ambiente, quien también afirmó que conocerlo le cambió la vida “para siempre”.
El ministro de Ambiente, Edgardo Ortuño, aseguró en diálogo con M24 que “Pepe Mujica cambió para siempre la política en Uruguay y en el mundo” y que “hay cosas que ya no pueden volver atrás”.
Más allá del impacto nacional e internacional que ha tenido Mujica, Ortuño también enfatizó la dimensión personal: “Me cambió conocerlo, me cambió la vida para siempre”, afirmó y agregó que, pese a que todos sabían cuál era la situación de salud del expresidente, la noticia de su muerte fue un impacto. “Nos dimos cuenta de que no estábamos preparados para nada”, dijo.
Además, el ministro destacó la conmoción popular como reflejo del alcance de Mujica, ya que la cantidad de personas que asistieron ayer y que están asistiendo hoy al Salón de los Pasos Perdidos en el Palacio Legislativo “muestra la dimensión” que alcanzó Pepe en Uruguay y en el mundo.
El ministro recordó el “privilegio” de haber integrado el gobierno de Mujica y compartió anécdotas del vínculo cotidiano con él. “Trabajaba mañana, tarde y noche incansablemente con una energía admirable, pero que tenía la capacidad de transmitírsela a uno”, relató.
Según Ortuño, Mujica combinaba una mirada estratégica con una preocupación concreta por la calidad de vida de la gente. “Su obsesión era mejorarle la vida a la gente”, afirmó. En ese sentido, enumeró logros de su gobierno como el avance del salario real, la legalización de la marihuana, la ley de interrupción voluntaria del embarazo, el matrimonio igualitario, el despliegue en telecomunicaciones y la transformación energética.
Consultado sobre la dimensión humana del expresidente, Ortuño señaló que el vínculo con el pueblo, incluso con quienes no lo conocieron personalmente, fue una de las claves de su liderazgo. “Pepe logró que el pueblo se sintiera parte y representar a los que nunca tuvieron voz”, dijo.
Para el ministro, el legado de Mujica va más allá de las palabras y destacó que, tras su paso por la política, “muchas cosas no pueden volver atrás”. Entre esas transformaciones incluyó “esa comunicación directa con la gente” y “esa conciencia de lo verdaderamente importante”, que definió como parte esencial del cambio que dejó el exmandatario.
Uno de los momentos que más lo marcó fue el discurso de Mujica en la conferencia de Río+20. “Termina de hablar Pepe, empiezan a aplaudir y se empieza a parar del fondo hacia adelante, más de 170 países del mundo. La dimensión del viejo fue enorme”, recordó con emoción. Al preguntarle si siente que ese legado implica una responsabilidad personal, especialmente en temas ambientales, Ortuño aseveró: “La vida de Pepe es un mandato para todos nosotros como militantes de izquierda”.