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Será tratado y votado en el Senado

Diputados aprobó proyecto que regula la eutanasia por 64 votos a favor en 93 presentes

Nibia Reisch durante el tratamiento de ley llamada “Muerte digna” o Eutanasia en Cámara de Diputados del Palacio Legislativo en Montevideo. Foto: Javier Calvelo / adhocFOTOS

El proyecto será tratado y votado en el Senado, donde el oficialismo cuenta con mayoría para que se convierta en ley en el correr de este semestre. Uruguay pasaría a ser el primer de América Latina en regular esta práctica por la vía legislativa.

La Cámara de Diputados aprobó el proyecto de ley denominado "Muerte digna", la iniciativa que legaliza y regula la eutanasia en el país. El texto fue aprobado con los votos del Frente Amplio (FA) y legisladores del Partido Nacional (PN) y del Partido Colorado (PC), luego de una extensa sesión -casi 15 horas- que comenzó a las 10:00 horas del martes. Obtuvo una amplia mayoría: 64 votos a favor y 29 en contra.

El procedimiento que establece el proyecto comienza con la determinación del paciente, que su médico tratante deberá analizar en tres días. Luego, un segundo médico tiene cinco días para presentar su definición y, si coinciden ambos profesionales, el caso vuelve al médico tratante para que el paciente nombre dos testigos, firme el procedimiento y defina día y lugar para practicar la eutanasia. Si la opinión de los médicos no coincide, una junta médica tiene cinco días para dilucidar el caso.

Con esta media sanción, el proyecto de ley será tratado y votado en el Senado, donde el oficialismo cuenta con mayoría para que se convierta en ley en el correr de este semestre. Uruguay sería el primer de América Latina en regular este práctica por la vía legislativa, diferenciándose de los casos de Colombia y Ecuador, donde la eutanasia fue despenalizada mediante fallos de la Corte Constitucional. 

Legisladores del PN mostraron sus diferencias en relación al proyecto durante la discusión en sala. El diputado Fabricio Núñez respaldó el texto en memoria de una “experiencia de vida”. Por su lado, el diputado Rodrigo Goñi rechazó el proyecto y dijo que “no se puede hablar de elegir en libertad” si no se conoce “lo que le ocurre a una persona que está sufriendo, sin que se lo alivie previamente”, en referencia a los cuidados paliativos que en Uruguay están regulados en una ley de 2023.

Por el lado de los colorados, el secretario general del partido, Andrés Ojeda, aseguró este lunes, luego de la reunión del Comité Ejecutivo Nacional colorado, que el proyecto sería respaldado por el partido, pero en la tarde el sector Vamos Uruguay, que lidera el senador Pedro Bordaberry, emitió un comunicado en el que afirmó que el PC “en su ámbito orgánico no ha adoptado resolución alguna en apoyo ni en rechazo al mencionado proyecto de ley”. Esto quedó demostrado a la hora de la votación.

Gallo (FA): “Detrás de la eutanasia hay personas”

Gallo fue el miembro informante del oficialismo al inicio de la sesión. Recordó cuando conoció el caso de Fernando Sureda, afectado por esclerosis lateral amiotrófica (ELA), que motivó la presentación de dos proyectos de ley, uno elaborado por legisladores del FA y otro por el entonces diputado colorado Ope Pasquet, que obtuvo media sanción en 2022 pero naufragó en la Cámara Alta. Tras este proceso, dijo Gallo, “tenemos hoy un solo proyecto con la firma de casi todos los partidos políticos de Uruguay, que en esta legislatura mejoramos”.

Durante su oratoria, Gallo explicó que hay tres grupos de enfermedades o padecimientos que “podrían eventualmente motivar” la eutanasia: el cáncer luego del momento en el cual “ya pasó toda parte del tratamiento y es irreversible el estado del paciente”, las enfermedades neurodegenerativas cuando llegan a un punto donde la persona afectada “no puede ni tragar ni respirar” y los pacientes cuadripléjicos.

En la sesión, Gallo destacó el rol de las organizaciones sociales que militaron por la aprobación de esta iniciativa y leyó las cartas de personas que, afectadas por enfermedades como la ELA, permanecieron en las barras de la Cámara. “Detrás de la eutanasia hay personas, caras, corazones que laten e historias de vida; no son únicamente palabras o fundamentos para debatir en la Cámara, son reclamos postergados que esperan una respuesta”.

El diputado del FA Federico Preve aseguró que el sistema de garantías del artículo 4 del proyecto es “similar a los de Luxemburgo, Bélgica y Países Bajos”, con más de 20 años de experiencia sin ningún medico procesado. “Sin embargo, hay otros países con comité de garantías, como España, donde se exige cinco opiniones profesionales, con staff de abogados que interponen recursos y con personas que fallecen, sufriendo, esperando que se habilite su eutanasia”, indicó.

La oposición se mostró dividida sobre el proyecto de Muerte Digna

Por su parte, el diputado del PN Andrés Grezzi, quien brindó el informe en minoría, aseguró que “no fueron consultados” los médicos, que serán “los ejecutores de esta ley”. Además, criticó la derogación del artículo 46 del Código de Ética Médica por parte de este proyecto, iniciativa que no contó con “la participación de los médicos”. También recordó que fue descartada por la Comisión de Salud la instalación de un comité de garantías integrado por profesionales de la salud y por un licenciado en Trabajo Social que analice el entorno social del paciente.

Grezzi discriminó entre las enfermedades “terminales” y las “crónicas”. “Incurable o irreversible no es lo mismo que ‘en el final de la vida’”, postuló Grezzi, por lo cual indicó que “no está bien abrir el abanico a todas las enfermedades” ni a sus “interpretaciones”.

Otro de los puntos que Grezzi criticó del proyecto fue que “carece de evaluación psiquiátrica” de la persona que solicita una eutanasia, “lo que es fundamental para garantizar que el paciente esté plenamente consciente de la decisión que está tomando”.

En el mismo marco, el diputado del PN José Luis Satdjian subrayó que un médico es “un profesional del cuidado, la preservación de la vida y la dignidad del paciente” y criticó que “transformar ese rol en alguien que administra la muerte y lo hace con legitimidad legal y sin supervisión externa supone una ruptura profunda que sostiene la medicina como profesión”.

Por su lado, el diputado del PN Fabricio Núñez apoyó el proyecto de ley: “desde el día que nos sentamos en esta banca le preguntábamos a los compañeros cuándo sería la oportunidad de debatir sobre esta cuestión para poder defenderlo”. Dijo que apoyará la ley en base a una posición “personal, a conciencia y con referencia a una experiencia de vida”.

En filas coloradas, el diputado Gabriel Gurméndez estableció que “el derecho a la vida es el elemento por el cual se construye todo el andamiaje de la convivencia de nuestro país”, pero indicó que el proyecto estableció “una línea” que asigna “distinto valor a la vida”: “Parece ser que alguna vidas valen la pena de ser vividas y otras no, en función de una norma legal; ¿hacia dónde nos puede llevar ese camino?”.

El diputado del PC Felipe Schipani entiende que el proyecto considerado en la jornada “no ha sufrido variantes sustantivas” con relación al proyecto presentado por Pasquet. Relató el caso de una persona que, a los 35 años, fue diagnosticado con “ataxia cerebelosa idiopática”, una afectación en el cerebelo. “Legislar con compasión no es esconderse detrás de dogmas ni creencias sino tender una mano y ofrecer una salida humana, legal y segura”, expresó Schipani para justificar su voto a favor del proyecto.