El coordinador del Diálogo Social subrayó que el nuevo proceso no se limita al sistema de jubilaciones y busca construir un acuerdo duradero, con foco en cuidados, infancia y desigualdades al momento del retiro.
El coordinador de la Comisión Sectorial de Protección y Seguridad Social, Hugo Bai, manifestó “sorpresa” por el rechazo de los principales partidos de la oposición a participar en el Diálogo Social impulsado por el gobierno, pero aseguró que mantiene “expectativas” de que más adelante decidan sumarse a este proceso.
“Estoy convencido de que podemos encontrar mejores acuerdos con el Partido Nacional, el Partido Colorado, el Partido Independiente e Identidad Soberana participando activamente de este diálogo”, expresó durante una entrevista con Info24.
Bai insistió en que el Ejecutivo mantiene una postura abierta: “Seguimos abiertos y flexibles a los cambios que se propongan para que todos los participantes se sientan cómodos con el formato de diálogo”. En ese sentido, consideró que la negativa a participar debilita una tradición democrática uruguaya basada en el intercambio entre diferentes, aunque aclaró que “tampoco hay que dramatizar o pensar que aquí hay un quiebre que no se pueda resolver”.
El entrevistado expresó, además, que aún mantiene expectativas de que los partidos opositores se sumen más adelante, y recalcó la importancia de su aporte: “La visión y las propuestas que tenga la oposición política nos parecen muy importantes y creemos que enriquecen el proceso”.
Envejecimiento, cuidados y pobreza infantil
El diálogo social no se limitará al sistema previsional. En tal sentido, Bai señaló que el envejecimiento poblacional plantea desafíos estructurales más amplios, no solo para las jubilaciones y pensiones, sino también para el sistema de salud y de cuidados.
La combinación entre mayor longevidad y una natalidad en fuerte caída ha transformado la pirámide poblacional del país. Si bien destacó como un avance la reducción del embarazo adolescente y la mayor libertad de decisión de las mujeres, advirtió que la menor cantidad de nacimientos representa una presión creciente sobre el sistema de bienestar.
En ese marco, Bai remarcó que se vuelve prioritario reforzar el sistema nacional de cuidados y atender a la infancia en situación de pobreza. “Cerca de un tercio de niños, niñas y adolescentes viven en hogares por debajo de la línea de pobreza. Es una realidad que tenemos que cambiar rápidamente”, afirmó, a la vez que indicó que el tema no solo interpela desde una perspectiva ética, sino también en términos de viabilidad del modelo social a futuro.
Reforma jubilatoria y retiro flexible
Uno de los temas que genera polémica es el aumento de la edad de retiro a los 65 años, aprobado en la pasada reforma previsional que llevó adelante el gobierno de Lacalle Pou. En este sentido, Bai criticó que ese cambio se haya aplicado “al barrer”, sin considerar diferencias entre trayectorias laborales ni desigualdades socioeconómicas.
Desde su perspectiva, se debe “tratar de atender las desigualdades que se producen al momento del retiro” y entender que no todos llegan en las mismas condiciones a esa etapa.
La propuesta, adelantó, será avanzar hacia un modelo de “retiro estratificado”. Esto implicaría que quienes estén en condiciones de trabajar hasta edades más avanzadas puedan hacerlo con incentivos, mientras que quienes no puedan sostenerse en el mercado laboral reciban protección social anticipada.
“El desafío fundamental es cómo encontramos mecanismos que nos permitan, a través de los incentivos y los esquemas de subsidios, lograr ese retiro estratificado que es bastante más justo que lo que quedó plasmado en la reforma anterior”, concluyó.