El libro del abogado traza un diagnóstico de la realidad de nuestras sociedades y presenta propuestas de estrategias de políticas públicas para combatir la desigualdad y la violencia.
El martes pasado se presentó en Montevideo el libro "Desigualdad, violencia y derechos humanos en América Latina”, del abogado experto en derechos humanos Daoiz Uriarte. Esta obra traza un diagnóstico de la realidad de nuestras sociedades, pero también presenta propuestas de estrategias de políticas públicas para combatir la desigualdad y la violencia.
El libro reseña, a través de estudios políticos, económicos y sociales, los aspectos comunes de nuestra realidad que explican por qué nuestra región es la más violenta y desigual del mundo.
Entrevistado en Nada que perder, Uriarte hizo hincapié en que la violencia y la desigualdad son problemas “estructurales” en América Latina. “Antes de que llegaran los españoles, en el continente había varias civilizaciones que alcanzaron un nivel de desarrollo alto, pero que eran imperialistas y tenían clases sociales, como los aztecas e incas”, reconstruyó el autor.
En ese sentido, resaltó que el repaso histórico ayuda a comprender el presente y narró que todos los organismos “coinciden en el mismo diagnóstico”. “El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) coincide con otros organismos en decir que los problemas de la región nacen en su independencia, se mantienen y son estructurales”, explicó y agregó: “América Latina es la región más desigual del mundo”.
Al respecto, dijo que hay una serie de soluciones a esta problemática que aparecen en la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) o en el Banco Mundial, y apuntan a una “solución social” y a la igualdad de oportunidades. “Lo más importante es plantear que todo el mundo debe tener una base que le asegure su nivel de dignidad humana, que se ve en la educación o el urbanismo”, destacó.
“Un campesino etíope está preocupado por comer al día siguiente y no recibe un bombardeo de información sobre el último televisor o el mejor celular, pero un niño de la favela de Rio o de cualquiera de nuestros cantegriles, que también padece hambre, ve pasar la desigualdad frente a sus ojos”, ejemplificó Uriarte.
Sobre ello, explicó que hay un sector de la población que se revela ante la desigualdad y que, lo que no obtiene de forma lícita, lo hace mediante vías ilícitas. En ese sentido, explicó que uno de esos medios es la droga, que es donde aparece el crimen organizado.
“El crimen organizado que termina compitiendo con el Estado hasta en materia de seguridad social; un chiquilin que se mete en una organización criminal, logra tener un estatus de vida que nunca imaginó, pero eso tiene el costo, que puede ser ir preso”, concluyó.