Culmina el juicio de 21 personas por crímenes en el marco del Plan Cóndor: la querellante Graciela Borelli dijo que “tiene que hacerse justicia”

“La desaparición forzada es un delito tan atroz que quienes lo cometen de alguna forma tienen que pagar” expresó Graciela Borelli, hermana de Raúl Borelli, desaparecido desde 1978
Mañana se dará por finalizado un juicio comenzado hace 22 años en la justicia italiana al darse el veredicto final sobre las apelaciones a la condena perpetua de 21 militares y civiles de Bolivia, Chile, Perú y Uruguay. Estos fueron imputados en 2019 por la desaparición y muerte de ciudadanas y ciudadanos italianos en el marco del Plan Cóndor llevado a cabo en América Latina entre 1968 y 1989, período plagado de represión y terrorismo estatal.
Para hablar sobre lo que implica el juicio y lo que se espera que se resuelva, una de las querellantes, Graciela Borelli, hermana de Raúl Borelli, desaparecido desde 1978, estuvo en Mejor Hablar de M24 y contó que las expectativas de los familiares de las víctimas han cambiado desde el comienzo de la investigación hace tantos años.
El juicio, que tendrá lugar a las 10 am (hora italiana) se realizará en la Corte de Casación. “Son muchos años desde que las primeras madres y familiares se presentaron en Italia, asesorados por Serpaj” (Servicio Paz y Justicia), expresó Borelli. Desde entonces, según destacó, muchas personas se han involucrado para ayudar y “aportar nuevas pruebas para que fueran enjuiciados y condenados”, dijo.
Con respecto a lo que esperan los familiares para la jornada de mañana, Borelli recalcó que son optimistas en que la Corte ratifique la condena perpetua de los involucrados. 13 de los 21 imputados en el juicio son uruguayos y entre ellos, se encuentra el ex capitán de navío, Jorge Néstor Troccoli, que es el único acusado que está en libertad y del cual se sabe el paradero. Troccoli vive en Italia desde 2007, cuando huyó de la justicia uruguaya.
Fue jefe del servicio de inteligencia de la Marina militar uruguaya en la sede del Cuerpo de Fusileros Navales (FUSNA). En sus funciones, realizó operativos de detención de militantes de los Grupos de Acción Unificadora (GAU) en Montevideo y en Argentina. Raúl Borelli, hermano de Graciela, era militante de este grupo. Ella afirmó que hay una necesidad de que se confirme la condena. “La desaparición forzada es un delito tan atroz que quienes lo cometen de alguna forma tienen que pagar, tiene que hacerse justicia y no por venganza”, dijo.
Respecto a la necesidad de justicia, Borelli explicó que los familiares de desaparecidos no buscan venganza, como “a veces dicen”. Ella se unió al juicio porque quería “conocer la verdad”, manifestó. Aún así, contó que conforme fue pasando el tiempo, la esperanza de esclarecer lo sucedido se ha ido borrando, se fueron dando cuenta que lo que primaba en los acusados era “el pacto de silencio y el convencimiento de que lo que hicieron fue correcto”, expuso. “Nos dimos cuenta que de ahí no sale nada, entonces, que se haga justicia, que paguen los responsables”, expresó.
“Los Estados deben hacerse responsables” opinó Borelli frente al caso de otro de los acusados en este juicio: Pedro Antonio Mato Narbondo, quien se encuentra prófugo en Brasil. Si bien hay petición de captura, Borelli y los demás querellantes esperan que al confirmarse la condena por parte de la justicia italiana, esta interceda para que la búsqueda y captura se logran concretar.
Borelli agregó que si bien en la dimensión individual de cada familia “no hemos avanzado nada”, la búsqueda también ha tenido un tono colectivo y social, en el que, según ella aprecia, se ha aportado verdad, conocimiento y memoria gracias a los testimonios de los sobrevivientes.