El presidente Luis Lacalle representó esta semana en Buenos Aires un rol moderado y hasta estatista ante sus interlocutores neoliberales reunidos en un cónclave de líderes de derechas, una actuación orientada a mantener visibilidad cuando deje de ser mandatario, analizó el columnista Álvaro Padrón en Nada Que Perder de M24.
Padrón señaló que “en el único momento en que habló de política internacional en el discurso fue para darle otra vez un palo al Mercosur, para volver a plantear que el Mercosur es un corset, trajo de vuelta el término famoso que lo había hecho pelearse con Alberto Fernández; justo en Argentina, un palo al Mercosur, ¡otra vez!”.
Añadió que “esto tiene que ver con quién se alinea y con quién no en la región, y a qué contribuye y a qué no hoy en la región, que precisa más que nunca volver a recuperar el músculo de la integración”.
“Porque, ¿qué dice?: ‘queremos volver a entrar en la cancha grande, no podemos seguir inmóviles en un mundo que avanza tan rápido’; es increíble que vea un mundo al revés del que existe, el mundo que ve Lacalle no existe, el mundo no se está abriendo, el mundo no está esperando a Uruguay con los brazos abiertos, no es verdad”, apuntó.
Por el contrario, “el mundo se está armando en bloques que se van a cerrar, y si no tenemos uno suficientemente fuerte, estamos afuera, y él está dinamitando ese bloque (Mercosur), ¿pidiendo libertad para qué? Es una gran mentira, o por lo menos es un error de análisis”.
Para Padrón “la pregunta es por qué hace esto, por qué un presidente de un país actúa así, afectando la política exterior, porque queda poco serio Uruguay acompañando cosas sin exigir que ocurra lo que tiene que ocurrir, que es una reunión formal; afecta la imagen, aparece al lado de (Javier) Milei y otros líderes difíciles de tragar”.
“Estamos frente a un presidente que está construyendo un liderazgo regional para tener la oportunidad de ser un interlocutor durante un periodo en el que, si no, puede quedar fuera del circuito de visibilidad; quiere ser el distinto de derecha en la región, quiere ser una derecha más civilizada, democrática, moderada, equilibrada”.
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