La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños se consolida como un espacio de reivindicación del diálogo entre los países del Sur Global, según la licenciada en Relaciones Internacionales Viviana Barreto.
La reciente cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) no solo marcó un hito por la magnitud de la presencia de autoridades y el tono político que asumieron los debates, sino que también colocó a Uruguay en el centro de la escena regional, ya que tendrá la presidencia pro témpore el próximo año.
Así lo explicó en Nada que perder la licenciada en Relaciones Internacionales Viviana Barreto, quien destacó que esta responsabilidad llega en un momento crucial para el país, con una nueva administración diplomática que deberá “desde ya, desplegar capacidad en agenda integracionista”, “desarrollar discurso político”, “desarrollar propuestas” y “dialogar, ojalá, con otros actores de la sociedad involucrados en los temas de integración”.
Uruguay se integrará a la "troika" de la Celac —conformada por el país saliente (Honduras), el actual presidente (Colombia) y el futuro (Uruguay)— lo que le permitirá participar activamente en las decisiones estratégicas del foro.
Multilateralismo y regionalismo como respuesta a la crisis global
Barreto sostuvo que, en un contexto internacional marcado por la guerra comercial y el debilitamiento del multilateralismo —acentuado por posturas como las del presidente estadounidense Donald Trump—, la CELAC se consolidó como un espacio de reivindicación del diálogo entre los países del Sur Global.
En este sentido, subrayó la propuesta que hizo el presidente de Colombia, Gustavo Petro, quien planteó que, frente al escenario actual de aislacionismo y guerra, “América Latina debía responder con multilateralismo y regionalismo, que es la única forma de resolver los problemas”.
La licenciada en Relaciones Internacionales también destacó la propuesta concreta de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, de convocar a una cumbre por el bienestar económico de América Latina. También reivindicó el valor estratégico que tiene la región, su capacidad de ser autosuficiente y de abastecerse en materia de alimentación y seguridad energética, a partir del comercio regional.
Para Barreto, esta propuesta busca “recuperar el valor de la racionalidad y la cooperación económico-comercial intrarregional”, lo cual es importante porque “no está tan presente en la retórica de la Celac”.
Debates sobre el consenso
Un punto controvertido surgió con la propuesta del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula Da Silva, de revisar la regla del consenso que rige las decisiones en la Celac. Lula sostuvo que esta norma, que exige la aprobación de los 33 Estados miembro para cualquier resolución, funciona como un mecanismo de bloqueo que paraliza a la organización.
Barreto reconoció que si bien esta propuesta implica un avance hacia formas más eficaces de gobernanza regional, también despierta resistencia, especialmente entre los países más pequeños que ven en la regla del consenso una garantía de igualdad.