El subsecretario de la cartera, Leonel Briozzo, explicó que la población redujo la percepción de riesgo de una enfermedad que puede causar grave deterioro cognitivo.
Los casos de sífilis aumentaron de 3.570 casos en 2020 a 7.091 en 2024. En 2023, la tasa de incidencia de casos notificados fue de 194,19 cada 100.000 habitantes; de ellos, la gran mayoría son hombres. Entre los jóvenes de 18 a 24 años, los casos detectados pasaron de 1.804 casos en 2020 a 3.570 cuatro años después.
Esta infección bacteriana de transmisión sexual trae complicaciones muy graves a la salud, con una fase final que puede generar aneurismas o deterioro cognitivo. El subsecretario de Salud Pública (MSP), Leonel Briozzo, identificó en diálogo con Nada que perder una “falta de percepción social del riesgo” sobre esta enfermedad que preocupa a las autoridades.
Para el informe de la periodista Alejandra Couto, Briozzo indicó que “se bajó la guardia” ante los cambios en las conductas de las personas e instituciones de salud sin protocolos de actuación adecuados. Frente a este incremento de casos, el MSP elabora un plan de mitigación y erradicación de la sífilis gestacional y congénita que incluye campañas de promoción de salud, educación sexual integral, promoción del uso de preservativos, mejora de la captación en las mujeres con mayor vulneración de derechos y promoción del uso de test rápidos.
Consecuencias en los recién nacidos
Una infección generalizada en el feto “puede conducir a la muerte o, si sobrevive, a graves complicaciones”, advirtió Briozzo. La sífilis gestacional y congénita se observa con mayor asiduidad en los prestadores públicos, donde se atienden las mujeres más vulnerables. “El problema es que sus parejas no se tratan y vuelven a infectarlas, un elemento inequívoco de violencia basada en género”, reflexionó el jerarca.
Para Briozzo, este es una “muestra clara” de que existen “dos Uruguay”, una con tasas de 285 cada 100.000 nacidos vivos, registros similares a los peores datos en el mundo, y datos en el sector privado de 68 cada 100.000 nacidos vivos.
En menos de cinco años se duplicaron los casos de sífilis gestacional. En 2024, se detectaron casos positivos de la infección en el 4,1% de las embarazadas. Alteración en las plaquetas, sangrado intracerebral y otras complicaciones en las primeras horas de vida afectan gravemente a los bebés infectados, advierten los datos oficiales.
El neonatólogo Juan Gesuele explicó que la sífilis congénita “puede tener consecuencias graves” como “el aborto espontáneo, la muerte intrauterina, el parto a pretérmino, el bajo peso y la muerte neonatal”. “El no tratar la sífilis en una mujer embarazada aumenta casi 20% la chance de que ese feto muera adentro del útero”, advirtió. “La mortalidad se eleva casi un 30%”, agregó el médico.
A su vez, Gesuele indicó un “subregistro” de casos y ahora se requiere “mejorar la forma de los registros para que los datos actualizados nos permitan tomar decisiones sobre las políticas públicas”.
El placer, el cuidado y el relacionamiento mediante nuevas tecnologías
La sicóloga y sexóloga Bettina Berlinblau indicó que los avances en la ciencia redujeron la percepción de riesgo de las enfermedades de transmisión sexual. A esto sumó “el auge de las tecnologías digitales” que incrementó la cantidad de contactos sexuales que priorizan “el placer frente al cuidado”.
“Se ha desestimado el uso del preservativo” frente a otros métodos anticonceptivos. “Como que hay mayor prioridad a prevenir el embarazo que al cuidado de enfermedades”, precisó la especialista. La educación sexual, el autocuidado, los controles médicos fueron calificados como aspectos “fundamentales” para prevenir la enfermedad, expresó la profesional.