Uruguay “está construyendo un sistema muy robusto” que incluye educación, cuidados, protección y ejercicio de derechos, subrayó el jerarca.
El presidente de Anep, Pablo Caggiani, marcó las prioridades de la gestión en materia educativa: un bono de inicio de clases, potenciar el sistema de becas, duplicar la cantidad de centros educativos de tiempo extendido, mejorar el acceso a la educación terciaria y universalizar la educación inicial desde los tres años de edad.
“Eso es lo que estamos proyectando: nosotros vamos a pedir el 6%; la mala noticia es que no da con el 6 % para todo eso”, sostuvo Caggiani en diálogo con La Rosca, a la vez que reconoció que “hay un déficit presupuestal, unos 1.000 millones de pesos que el organismo está gastando de más y eso es una dificultad”.
Para el jerarca, “los desafíos que se plantea Uruguay son bien interesantes porque está construyendo un sistema muy robusto” de cobertura a las infancias y adolescencias, que “implica cuidados, protección, ejercicio de derechos”. En su opinión, este conjunto de políticas “le va a hacer bien al país, en términos de los saberes que distribuye” y de “la convivencia que construye”.
Una de las “hojas de ruta” que esta gestión se propuso es la incorporación de 4.500 niñas y niños de tres años a la educación primaria e inicial. La otra es la mejora en la asistencia a clases, un tema que se agravó luego de la pandemia, para lo cual fueron impulsadas distintas iniciativas como el “semáforo” de inasistencias en la aplicación Gurí Familia, indicó Caggiani.
Además, recordó que después de las vacaciones de invierno, unos 111.000 hogares con escolares que integran el primer y segundo quintil de ingresos accederán a un bono de 2.500 pesos a través de las Asignaciones Familiares o en redes de cobranza.
Sobre las dificultades al inicio del período, el director de Anep indicó que la transición en Codicen y Primaria “se pudo trabajar bien”, mientras que en UTU y en el Consejo de Formación en Educación se presentaron “dificultades” y que “en Secundaria prácticamente no hubo” transición.
Acerca de la Transformación Educativa, Caggiani puntualizó en que una reforma curricular requiere procesos que deben incluir a “la ciudadanía” porque debe participar en la discusión sobre lo que se busca que los niños, niñas y adolescentes aprendan en el sistema educativo. Agregó, además, que hay definiciones de la política curricular que “no se ajustan al marco legal” y, en tal sentido, sostuvo que “la política curricular señala una forma de enseñar a aprender, mientras la ley subraya la libertad de cátedra”.