Una denuncia contra jerarcas del programa especial de patrullaje PADO, de Canelones, indica el uso de móviles policiales, materiales de construcción, recursos humanos e intercambio de favores, todos irregulares. El informe especial de Nada Que Perder, por M24, indica que la denuncia está en Asuntos Internos.
El 25 de abril fue presentada una denuncia ante Asuntos Internos del Ministerio del Interior para que presuntos casos de abuso de funciones y corrupción por parte de dos oficiales de Canelones sean analizados.
En Nada Que Perder (lunes a viernes desde las 08:00 horas), el informe especial de Lucas Labandeira ubica a policías del Programa de Alta Dedicación Operativa (PADO) como responsables de uso indebido de móviles policiales, para transportar a la pareja del subcomisario Washington González. Hay chats donde González pide los traslados en horarios irregulares.
Otro ejemplo es el del 5 de enero, cuando González ordenó a un policía que lo traslade a un cumpleaños en Barros Blancos, junto a su familia. El propio González admitió el 18 de abril que dio esas órdenes, en una conversación que fue grabada y difundida en el informe especial de Nada Que Perder.
También está en Asuntos Internos el uso selectivo de patrullaje del PADO, puntualmente durante el cierre de un supermercado en Paso Carrasco. La denuncia señala que esta práctica responde a que una de las trabajadoras del comercio es pareja de oficiales de la Jefatura de Canelones, no a necesidades operativas.
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Finalmente, hay denuncias de uso personal de recursos materiales y humanos para tareas ajenas a la función policial. En este caso, hay policías del PADO que realizan albañilería y reparaciones en el destacamento de Villa Garín y en la base PADO 6 de Las Piedras, en vez de sus tareas regulares de patrullaje preventivo.
Esto incluye la construcción de un parrillero hecho con materiales que, presuntamente, fueron obtenidos de forma irregular. El oficial principal Wilson Lencina es identificado como el policía que consigue estos materiales y desviarlos hacia su domicilio. La denuncia señala que estos materiales podrían haber sido utilizados en su hogar.
Los policías afectados a la tarea de albañilería recibían compensaciones de 17.000 pesos, pero ese renglón salarial es el indicado para el patrullaje, que no efectúan. Por otro lado, entre los policías se intercambian la participación en las obras a cambio de días libres: “¿Querés tomarte el domingo libre? Sí, porque el tipo estuvo 12 horas haciendo hormigón”, se escucha a Lencina en una reunión, fragmento que está en el informe especial. Washington González estaría al tanto de todas estas acciones.
El informe de Nada Que Perder destaca que los policías denunciantes sufrieron represalias luego de presentar esta acusación, con exclusión de actividades y bloqueo en grupos de comunicación internos, intimidación de los jerarcas como traslados a otras dependencias policiales o la baja en el PADO.